Ya estudié. Nunca pensé que iba a leerme tantas cosas del caballero Jocelyn-Holt ese. No se si es historiador o cientista político, pero la verdad es que escribe bastante bien, aunque no le compro todo el cuento que vende.
Ya no hago eso, comprar cuentos. Al menos no el primero que me cuenten, aunque eventualmente igual termino comprando uno (se fijaron como me contradije completamente de una oración a otra? suelo hacer esas cosas), pero estoy o quisiera estar convencido de que al final todo el mundo termina comprandose un cuento, lo unico que cambia es cuanto le creemos y cuanto estamos dispuesto a poner en tela de juicio. ¿Amor? Convención moderna. Aún palidece como opción pura frente a otras variables como dinero, capital cultural, raza, credo y, todavía dando con fuerza, el capital social y el cuento de la movilidad. ¿Dinero? El trabajo duro y sacrificado no lo implica (¡no lo sabremos nosotros, hermanos clasemedianos!) y todavía se sueña con lo que haríamos si nos ganamos el Loto o la Polla Gol. Aparte que el dinero no hace la felicidad (pero si satisface esa necesidad de consumo que al menos yo tengo) ¿Política? Ja. Este mismo cuento nos vienen contando hace años, el maldito sistema político de partidos de Chile es una mierda, pero todos lo seguimos comprando. Puros cuentos, todos son puros cuentos.
Pero igual todos terminamos comprando cuentos, consumiendo ensoñaciones colectivas, devorando quimeras. Nos gusta hacerlo, la vida quizas no sería soportable sin ellos. Los sueños (papi Freud enseñó) pueden ser entendidos como manifestaciones del inconsciente, y por esto merecen toda nuestra atención.
Y eso. Se bajó el segundo capítulo de la cuarta temporada de Battlestar Galactica y quiero saber si Starbuck le dispara o no a la Presidenta Rosslyn... ¿será ella la septima cylon? ¡chan!
12.4.08
sábado por la noche
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1 comentario:
No es que nos guste...
...En mi alacena emocional, los cuentos son objetos de primera necesidad.
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